Ayer visitamos
la Protectora de Caballos ADE.
Es un
sitio precioso para poder hacer contacto con algunas realidades bastante
desconocidas: la de los animales que recuperan su salud, su libertad y el
sentido de su existencia.
Nos contestaron
en seguida por correo y nos recibieron con atención exclusiva y claras explicaciones.
El
cerdo vietnamita, Kevin Bacon, nos hizo el recibimiento más entregado. Nosotros,
como comprenderéis, no nos pudimos resistir.
Disminuidas,
luxados, violadas, castrados, minusválidas, accidentados, abandonadas, golpeados,
enfermas.
Todos
y todas han estado rescatadas de pasados de sufrimiento.
Algunas
morirán en la Protectora-Santuario, otras podrán ser adoptadas.
Aves varias y variopintas, cabras, ovejas, yeguas, ponis, burros, perros y gatos, cerdos. Ciento
ochenta animales que viven el que para ellas es un oasis en medio del desierto.
Es en
estos momentos, cara a cara con una animal, que pienso quién mira a quién con más
curiosidad. Por momentos me costaba sostener la mirada de aquella yegua. Mostraba
cierta desconfianza. Sólo con lxs adultxs, con lxs pequeñxs, en cambio, sin más.
Os lo
recomiendo especialmente si podéis ir con niñxs. Hay un poderoso mensaje de
empatía que late en cada caricia.
Gracias
a ADE por vuestra labor. Gracias a las animales por vuestra amorosa acogida.
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Gracias a vosotros, un placer recibiros.
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