Ahora que se acerca el
verano, podéis disfrutar de unos helados buenísimos, naturales y sin lácteos,
ni azúcares, ni colorantes, ni “Es”. Por supuesto sin sufrimiento, ni el de los
animales, ni el nuestro, porqué podemos comer todo el que nos apetezca. ¡SÍ!
La receta es bien sencilla,
tanto que lxs peques os podrán ayudar y les encantará hacerlo.
La base del helado es el
plátano y/o la banana. Tienen que estar maduros: de hecho es aconsejable comer
los plátanos maduros, cuando ya tienen las peces, ya que sus azúcares están en
su punto. Si lo hacéis cuando están verdes, pueden ser indigestos.
1.
Pelar los plátanos.
2.
Poner en un recipiente y al congelador.
3.
Mínimo una hora. (yo los he dejado varios días
y también bien).
4.
Sacar y esperar que estén en el punto para ser
triturados. (usamos una batidora de mano).
5.
Entonces agregar los que queráis: mango
(también congelado), fresas, frambuesas, cacao, coco, vainilla...
6.
Para más dulzura, agregar uno o más dátiles
previamente en remojo por media hora en agua tibia.
La
galleta, en este caso es comprada, pero el verano pasado, con un vasito nos
chupamos los dedos.
¡¡Buen
provecho!!
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