domingo, 1 de febrero de 2015

LA VACUNA CONTRA EL MIEDO

Como madre vegana admito haber tenido más miedo. Con mi primer hijo no me interrogué tanto. Entonces, me avalaban el pediatra, la escuela, lo que hacía todo el mundo que me rodeaba, salvando las pequeñas diferencias. Me refiero que si decidí que mi hijo comiera carne, productos lácteos, huevos y otros productos de origen animal, que fuera vacunado, estaba dentro de la "normalidad" y no sentí miedo, porque hice todo lo que con un bebé tenía que hacer.
El miedo en mi caso fue por ignorancia.
El tema de las vacunas el miedo está en el orden del día. Al nacer la pequeña nos informamos en distintos lugares para tomar la decisión. Debo admitir que tenía dudas, hasta que comencé a aprender sobre el tema.
En las vacunas, si os preguntáis, usan varias proteínas de origen animal de dónde se alimentan las células que contienen el virus; Básicamente suero de becerro fetal, huevo, gelatina y bueno, muchos otros que prefiero no nombrar por el sufrimiento que suponen para los animales.
Esto sin hacer alusión al resto de los ingredientes, que son para tener lejos: aluminio, antibióticos, formaldehído, sacarosa, tiomersal (que contiene etilmercuri), lactosa, aminoácidos como la glicina o glutamato monosódico. (¹)
Debe tenerse en cuenta que el calendario de vacunación es muy prematuro. Ya a los dos meses comienza el bombardeo, a menudo ignorando si el cuerpo del bebé está en un momento fuerte, es decir, si está incubando un resfriado o atraviesa una etapa de estrés ha por cualquier tema.
Lo que mejor me ha ido, para mí y para much@s, ha sido conocer gente que jamás se han vacunado. Además, cuando estás en el "mundillo" de cualquier tema comienzas a conocer a personas que, por suerte, te dan otras visiones. También, lamentablemente, conocer algunos niñ@s a los que las vacunas han tenido enferm@ unos días. No he querido conocer casos más desafortunados, aunque he leído algunos.
Lo que sí puedo decir, y es de mi cosecha, que comparten la vida con una niña dos y medio años que supera la enfermedad sin obstáculos, se puede resfriar, tener tos, puede tener moco, dolor de garganta y todas esas enfermedades leves. He notado que tiene una fortaleza en estos momentos, que después de una noche de fiebre, ya lo tiene superado.
El grande, que tiene 13, ahora ya sano también, pero hasta los 3 años sufrimos una dermatitis atópica que en algunos momentos fue difícil. Visitamos a cuatro especialistas sin demasiado éxito. Su sistema inmunológico cuando se veía debilitado lo padecía en la piel. Heridas, costras, sangre, cicatrices. Poco a poco, cuando fue madurado, se le fue yendo. Nos dijeron que era genético. Nadie por ninguno de los lados tuvo algo así. La dermatóloga nos dijo que si no era bronquitis, era dermatitis,  que todos l@s niñ@s que no sufrían una, sufrían la otra.
Me pregunto que si no fue a raíz de las vacunas, un debilitamiento de su sistema de defensa.
En realidad, ahora que se me he informado, me da más miedo pensar vacunar a que no hacerlo. Si bien de entrada podía parecer tranquilizador lo que nos dijo un asesor de vacunas, “-Si tenéis miedos, no la vacunéis”, creo que hay otras alternativas: infórmate, busca todo tipo de experiencias, valora y observa y luego, el miedo comenzará a desvanecerse.
La salud debería ser nuestro estado natural, o mejor dicho, lo natural, es estar san@. Para mí no tiene sentido inyectar las células de la enfermedad en cuerpos sanos en el proceso de desarrollo.
Con pequeñas dosis, ahora creo que empiezo a estar vacunada contra el temor de hacer daño a mis hij@s.








2 comentarios:

  1. Hola, Karen.

    Me gustaría aportarte mi opinión concisa sobre esta cuestión, con tu permiso.

    Antes de nada, debo señalar que no sería correcto creer que "lo natural es estar sano" porque las enfermedades son fenómenos totalmente naturales. Tan natural es estar sano como estar enfermo. La enfermedad y la muerte son procesos tan naturales como la salud y la vida. Así que no tiene mucho sentido apelar a lo natural para establecer un criterio en el que basar nuestras acciones. A la hora de valorar algo deberíamos comprobar si es beneficioso o perjudicial; o si es ético, pero no veo razonable que utilicemos la naturaleza como baremo, dado que la naturaleza es tremendamente compleja y variada, y que lo natural no equivale necesariamente a bueno (en sentido moral) o beneficioso para nosotros.

    Por otro lado, es cierto que no todas las vacunas son iguales y cada una puede actuar de manera diferente. Es cierto que pueden conllevar riesgos. Pero tomar una simple aspirina también conlleva riesgos, como cualquier medicamento. No vacunar a nuestros hijos también implica riesgos importantes. Su sistema inmunitario no estará preparado ante la presencia de determinadas enfermedades, algunas de ellas tremendamente graves para su salud:

    http://www.pediatriabasadaenpruebas.com/2014/09/cinco-minutos-de-informacion-fiable.html

    No sé quién te habrá asesorado sobre este tema, pero sí sé que la casi totalidad de la comunidad médica y de los especialistas en pediatría recomiendan encarecidamente que se administren vacunas en los niños para evitar enfermedades:

    http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/002024.htm

    Respecto de la composición de las vacunas, si bien todavía se siguen utilizando sustancias de origen animal, en las últimas décadas se han ido sustituyendo por cultivos de células humanas (células diploides) o sustancias sintetizadas. Por ejemplo, la lactosa que aparece en algunos medicamentos no es de origen animal sino que se consigue mediante sintetización en laboratorio y la sustancia resultante es esencialmente la misma, salvo que no proviene de ningún animal. En cualquier caso, no todas las vacunas llevan sustancias de origen animal, Así que aquellas que no las lleven serían aptas para veganos.

    En definitiva, creo que has hecho muy bien en preocuparte sobre este asunto que afecta directamente a la salud de tu hijo, y comprendo tus dudas al respecto, pero igualmente pienso que deberías reflexionar sobre ello y continuar informándote. Yo lo sigo haciendo.

    Un saludo.

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    1. Hola Luis,
      gracias por tu información y dedicar un rato a exponerla. Entiendo tus argumentos y estoy de acuerdo en que debemos estar informad@s y actualizarnos y en que una simple aspirina conlleva riesgos.
      En su momento, hace dos años, nos asesoramos en diversos médicos diferentes, por supuesto, de diferentes opiniones.
      Así mismo estoy de acuerdo en que la enfermedad es parte de la vida, por tanto natural. En cambio, lo que no es tan natural es lo que sucede en los laboratorios y lo que se pretende inducir en cuerpos convengamos que sanos.
      Un saludo.

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